Pep Guardiola sedujo a los argentinos y enseñó a tocar el “botón” del éxito en las organizaciones

A pocas horas del aplastante triunfo del Bayern sobre el Barcelona, Josep “Pep” Guardiola, el exitoso técnico que hizo grande al equipo catalán y que en junio comenzará a dirigir a la escuadra de Munich, mostró parte de su juego ante un grupo reducido de empresarios.
Allí, Guardiola repitió parte de su libreto que, no por conocido, resulta menos cautivante, no solo para los apasionados domingueros, sino también para los atribulados oficinistas.
“Todas las personas tienen su botón y la clave y el desafío es encontrarlo para activarlo y que puedan dar lo mejor de sí”, disparó. “Esto parece sencillo pero ciertamente no lo es. Está claro que los jugadores y los integrantes de una organización deben tener ganas. Si no hay ganas, si no hay pasión o interés es imposible lograr el entusiasmo y el convencimiento para ningún técnico o líder”. Si bien no quiso aclarar cual era el botón de Lionel Messi fue muy enfático en definir que “hay que apuntar a una idea en común y convencer. Lo divertido y también lo frustrante es hacerlo de manera cotidiana porque se trata de un ejercicio dinámico”. Con relación a las expectativas, aclaró que “uno debe mantener el equilibrio con un entorno reducido de personas porque la gente siempre puede quedar insatisfecha. Tengo muy claro que la gente paga para ver a los jugadores. No hay que sobrevalorar al que dirige”.
El encuentro tuvo lugar minutos antes de la conferencia sobre “Pasión, liderazgo y trabajo en equipo” que ayer a la noche sirvió de excusa para colmar las 700 butacas del Gran Rex con entradas que se comercializaron en el circuito paralelo a más de $ 2000.
Al igual que un CEO de una corporación en la cual nació y triunfó, a Guardiola se le abre el gran desafío de la reconversión y la revalidación de sus pergaminos en un entorno bien diferente al conocido. Precisamente una de las consultas apuntó a conocer cómo se hace para dejar una gestión exitosa. Para Guardiola parece simple: “Uno sabe cuándo se acabó. Uno intuye que ya no puede. Ya no hay satisfacción. No es culpa de nadie pero hay que tomar la decisión”, aclara.
En este punto aprovecha para desgranar una anécdota vivida en Nueva York. En esa ciudad, alternando buena comida y relaciones, conoció al gran ajedrecista ruso Garry Kasparov. Fue él quien le comentó que, pese a su experiencia, no podría sostener un duelo con un novel jugador de 17 años. “¿Sabe por qué” se preguntó “Porque ya no aguanto cinco horas de concentración”.
Como además del fútbol y la pasión de los hinchas, los clubes son fundamentalmente empresas, sólo una buena cuenta de resultados podría contener las expectativas del famoso DT.
El nuevo contrato le representará un ingreso anual estimado en 17 millones de euros al año, cifra que logra sonrojar a los ejecutivos de primera línea de las empresas españolas. Los denominados “galácticos corporativos” están bastante abajo de esa cifra, como atestigua el ingreso anual de César Alierta de Telefónica (6.3 millones de euros), Antonio Brufau de Repsol (4,88 millones de euros) y el saliente consejero delegado del Santander, Alfredo Sáenz que reportó un ingreso de 8,2 millones de euros.
Claro que el ingreso de Guardiola podrá solventarse sin inconvenientes por el club alemán, que se viene mostrando muy saludable en los últimos 20 años. El Grupo FC Bayern Munich SA (integrado por el club y el estadio) presentó el segundo mejor resultado de toda su historia. Nada menos que ingresos por 373 millones de euros, dividendos récords por 5,5 millones de euros y beneficios después de impuestos por 11,1 millones de la misma moneda.
En este escenario son evidentes las presiones de las políticas internas y de los medios de comunicación. Frente a ello Guardiola parece no inmutarse. “La clave es, sabiendo que están, hacer como que no existen. Cada uno ejerce su papel, pero yo sé que no puedo distraerme. Entiendo que tengo que participar en una comida con los dirigentes y atender a una conferencia de prensa, pero mi foco, mi objetivo, es lograr el resultado en los partidos”, afirma.
Es la segunda vez que viene a Argentina. La primera vez lo hizo como jugador hace unos 7 años. En ese papel, como número 4, estuvo cerca se integrarse al plantel de River, lo cual posiblemente hubiera marcado un historia distinta para el club. Son conocidas sus charlas con César Luis Menotti y con Marcelo Bielsa, pero como bien lo definieron los que lo conocen, Guardiola es primero entrenador y después jugador. Esa actitud cerebral, la mirada en los detalles y la obsesión por el perfeccionamiento es la que sorprendió a los dirigentes italianos cuando, en rol de jugador, pidió ver los videos del equipo rival que enfrentaría en la siguiente fecha.
En junio próximo, Guardiola no estará solo al frente del equipo de 112 años de historia y 118 mil socios. Siguiendo cierta lógica corporativa, lo acompañará Manuel Estiarte, considerado el mejor jugador español de waterpolo y quien ejerce, en parte, el papel de dircom frente a los medios y también de presentador de sus charlas de coaching.

Fuente: el Cronista