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Para no perder competitividad, se hace necesario el compromiso con la Calidad, focalizándonos en los clientes, lo cual permite mejorar el desempeño y competitividad de nuestra organización dando respuesta a un mercado globalizado que incrementa sus exigencias día tras día.
La orientación hacia la Calidad prepara a la organización para aprovechar las nuevas oportunidades de negocio que surjan en el mercado. Al desarrollar e implementar un Sistema de Gestión de Calidad (SGC), certificando la Norma ISO 9001:2008, se comunica a los clientes, proveedores y al personal el compromiso con la Calidad y se establece un punto de referencia para medir el desempeño de nuestra institución.
La ISO, International Organization for Standardization (Organización Internacional de Normalización), es una federación mundial de organismos nacionales de normalización integrada por Argentina a través de IRAM (Instituto Argentino de Normalización y Certificación), y su principal tarea es la preparación de normas internacionales de normalización de procesos en distintos temas y ámbitos.
La Norma ISO 9001, en su versión 2008, invita a la adopción de un enfoque basado en procesos en cuanto al desarrollo, implementación y mejora de la eficacia y eficiencia de un SGC, aumentando así la satisfacción del cliente mediante el cumplimiento de sus requisitos y de los propios de cada organización.
¿Cómo debo hacer para certificar las Normas ISO 9001 en mi organización? El primer punto a tener en cuenta es que todas las organizaciones son aptas para implementarla, sea que se componga por una persona o por miles de integrantes, se desarrolle en el ámbito público o privado, o elabore bienes o brinde servicios.
El segundo punto es contactarme y seleccionar un Ente Certificador (por ejemplo: IRAM, Bureau Veritas, DNV, etcétera), el cual, llegado su momento, “certificará” que nuestro SGC cumple con todos los requisitos de la Norma ISO 9001:2008.
A su vez, debo desarrollar el SGC. Esta tarea debe ser desempeñada por una consultora o profesional que acredite la condición de Auditor Líder, otorgada por alguno de los Entes Certificadores.
Los tiempos de desarrollo e implementación son relativos dependiendo del tamaño y el nivel de desarrollo de la organización. Al respecto, es necesario que el personal de la compañía incorpore los conocimientos y tome conciencia de su compromiso con el SGC. De igual manera, se debe cumplir con algunos de los requisitos que menciona la norma como la Revisión por la Dirección y, al menos, una Auditoría Interna.
Ahora, la pregunta más interesante,¿cuál es la Inversión que debo realizar? La misma varía según el tamaño de la empresa y el alcance de la certificación, dichos parámetros son los tenidos en cuenta en los presupuestos del Ente Certificador y del Auditor Líder.
Por último, un dato por demás interesante es que existe la posibilidad de acceder, a través de la Sepyme, a un Programa de Acceso a la Competitividad (PACC), el cual permite el recupero de hasta el 60% del total de la inversión.
Consultenos a cecilia_colman@camilanus.com.ar o al 4249-7991
Para concluir con este tema, podríamos decir que todos estamos invitados a desarrollar un SGC, que el mismo es aplicable a cualquier organización, que nos permite mejorar de manera continua la satisfacción de nuestros clientes y que certifica ante el mundo nuestro compromiso con la calidad.
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